Hoy solo tengo para ofrecerte mi nada Señor,
mi noche oscura, mi vacío interior, mi aridez.
Toma mi nada Señor, y Dios mío y devuélveme la identidad perdida, de hija predilecta tuya.
Haz que mi fé en Ti, brote como un manantial desde las raíces profundas de mi alma en sequedad.
Que yo te ame , Señor!!
Ahora que ya me has hecho descubrir que enamorada, soy capáz de todo. ¡Enamórame!!
Te busco Señor hoy, pero no puedo hallarte.
Quita el velo amargo de la duda que me impide reconocerte y arranca de mi corazón, como mala hierba, mis malos afectos, para que sólo tú lo ocupes y lo llenes.
No quiero ser de nadie, ni siquiera mía. Quiero ser tuya, Señor.
Enamórame para que así sea!
© Copyright
All rights reserved
No hay comentarios:
Publicar un comentario