Te veo en la plaza, dama solitaria, sucia y harapienta con tus pies descalzos con talones partidos y tu piel morena, quemada por el frío y por el sol.
Las manos crispadas, con uñas largas y negras de tanta tierra acumulada allí, luego de esas pausas que vos hacés entre largas caminatas sin rumbo fijo, sentada en el pasto, rodeada de botellas plásticas de gaseosas que algunos caminantes desalmados, las tiran a tu lado vacías, y vos las levantás gritando incoherencias, para transitar luego como autómata, el caminito arenoso que te conduce a la canilla donde brota el agua , que todavía allí es gratis, y las llenás para llevarlas de nuevo a tu morada a cielo abierto.
Todo el cielo y el aroma de tantos árboles solo para vos las 24 horas del día! El canto de mil gorriones y el susurro continuo de las ramas de los jacarandás que el viento al mecer te hablan y vos entendés lo que dicen…
Un banco de cemento es para vos, tu mesa, tu cama y tu silla.
La gente que te ve, te mira de reojo, con desconfianza o temor a tus reacciones; acelera el paso o desvía el camino para no toparse con “esa cosa rara” que sos vos…
No hace mucho tiempo yo también lo hacía…
Algunos pasan en silencio, se miran entre ellos y esbozan una sonrisa de mutua complicidad con esa soberbia certeza de saber lo que te pasa…
Los más jovencitos se ríen mucho y te llaman espontáneamente como les sale a ellos: “la loca”- “miren ahí está, es la loca…”
Otros , muy pocos te dan algo de comida o te tiran una prenda de vestir.
Los hombres de trajecitos impecables y las señoras de perfumes caros, esas a las que les brilla la cara como pan dulce de navidad de tanto maquillaje, esas?, no te dedican ni siquiera una mirada y toman distancia, no sea cosa que les ensucies sus finas ropas o respiren el aire contaminado que te rodea, o lo que es peor, que sean objeto de tus insultos, de esos adjetivos cortos que lanzás al aire, mirando sin ver: “ hijo de p…”, “ pelotu…”, “mierda”…
Si, antes, yo también te temía. Como temo a los borrachos, a las tormentas, a la soledad en las paradas de “cole” …
Pero aprendí de otros, que aunque vestían ropas lindas y olían a perfumes caros; no como vos que llevás una pollera roja y rota encima de un pantalón negro , más roto aún y una camisa que alguna vez fue blanca debajo de un saquito al que hay que ser maga para adivinarle el color que está entre azul o gris. No como vos que olés a tierra, y desechos de comidas que no pareces un ser humano. Pero lo sós…
Aprendi de esos que están como vos, hablando incoherencias, lanzando improperios con su propia vida; a perderte el miedo, a interesarme por oir tus palabras dichas a los gritos, a adivinar aquellas que murmuras entre dientes.
Si, esos que están como vos pero lo disimulan tras ropas lindas “apellidos importantes” o tras el parentesco con alguien de “dinero y poder”, una de esas me enseño. Y aprendi Bastante eh!
¿Sabes dama solitaria de la plaza 25 de mayo? Esa esta peor que vos.. Reite!!, SI!. Ahora soltá esa fuerte carcajada que haces oir luego de algun breve silencio. Reite fuerte, reite del mundo, sin mirar a nadie, reite de esos que estan como vos y lo disimulan. Reite de esa que me enseño y yo aprendi.
Vos mostrás verdades, vos lloras quien sabe que pena tan grande que quebró para siempre el cristal de tu mente. Tu llanto es sincero como tu carcajada, tus insultos, tus silencios y tu gesticulación constante levantando un dedo acusador, apuntando a “eso” que te dejó asi como estás ahora en el mundo que te inventaste para protegerte por si “eso” quiere seguir dañandote más…
Pero “eso” se quedó con vos, en es mundo tuyo inventado te olvidaste de dejarlo afuera y cerrar la puerta…..
Comé la galletitas que te dejo cada vez en tu banco-mesa-cama de cemento y soltá tu carcajada estruendosa hasta quedar agotada y dormirte donde te agarre la noche o el sueño, en tu banco-mesa-cama de cemento o en cualquier umbral cubierta con tus cartones viejos de galletitas Terrabusi o de aceite Cocinero, con tu botella de agua gratis de canilla de plaza.
¿Total? El mundo que se ríe de vos, que te ignora, que se burla o te grita “loca” ya no puede dañarte mas que “eso” que te puso así por que este mundo hace rato no existe mas para vos.
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